2.1.14

A LOS 10 MIN. DE SUN GAZING O HEPIOTERAPIA


Cuando comencé con 10 segundos, jamás me imaginé cómo sería llegar a los 10 minutos!
Pues aquí comparto contigo los beneficios que el  Sun Gazing ha traído a mi vida.

Los primeros 5 minutos estuvieron enfocados en el bienestar físico. Sentí como múltiples achaques se fueron iendo y cómo emociones viejas y de cuyas causas ya no me acordaba, salieron a flote y se desprendieron de mi.

A LOS 10 MINUTOS

Todo este bienestar físico se asentuó y perduró. Y eso es un montón!
A veces, por diversas técnicas accede una a un bienestar. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones, el sentirse bien es efímero. Siento que el Sun Gazing me ha dado una disciplina gustosa de ver el Sol al amanecer. Y cuando no se puede al amanecer porque está nublado, espero el atardecer para ver si ya se despejó. Esta constancia simple y agradable no sólo a mantenido lo ganado en mi salud física y emocional, sino que además lo ha profundizado: ahora veo mejor, mi olfato es más fino, tengo sentimientos más claros e ecuánimes y tomo bastante agua (sobre todo que acá está haciendo calor). Mis horas de sueño no han disminuido mucho (10 cada 24 hrs. aprox.), pero siento que mis horas de vigilia son más lúcidas, y más productivas.

Además:

- Adiós al zumbido en el oído.
Desde hace un par de años noté que tenía un sonido agudo permanente en mi oído izquierdo. También noté que lo tenía como tapado.
Apenas puedo creer cómo fui acumulando pequeños malestares, que me permitián más o menos seguir siendo funcional, pero con una gran disminución de vitalidad y de presencia en mi vida cotidiana!
Pues bien, finalizando los 5 min. comencé a notar que de repente se destapaba el oído. Luego, vi que ya no tengo zumbido!

- Cosquilleo en la cabeza
Si bien esto comencé a sentirlo cuando inicié Un Curso de  Milagros, la sensación de hormigueo en la cabeza, arriba a la izquierda, se hizo más presente gracias al Sun Gazing. Sentía como si la circulación sanguínea o las conexiones interneuronales se restablecían. Un poco raro, pero viendo que no causaba daño, lo dejé ser.
Mi memoria mejoró bastante.

- Comencé a hacer lo que amo.
Ya no lo que debería, lo que se supone, lo que conviene o lo que "hay que".
Como que las obligaciones que no sé de dónde contraje, ya no pudieron sostenerse más.
No quiere decir que lleve una vida disoluta (jajajaja!), sino más bien que el sentido de obligación desapareció y con ello mis acciones artificiales, y por ello insanas.
Ahora claro que me hago cargo de mi, de mis responsabilidades, pero como que sale naturalmente, desde el corazón. Y cuando trato de hacer algo que no va, simplemente no resulta, no importa cuánto insista.

- También comencé a andar descalza en casa.
Qué rica sensación! Como que cuando mis piés se apoyan en el piso se cerrara un circuito eléctrico. Como que si el contacto con la Tierra estabilizara mi corriente de energía.
Además, siento como masajito y me encanta sentir mis pies y mi cuerpo!

- Más energía sexual
El último párrafo me recordó que tengo ahora más consciencia de mi cuerpo. Las sensaciones corporales son más presentes y con ello tengo más sensible el paladar, el tacto, la sensación en general, y en particular más consciencia sexual.
Me pregunto si esto se manifestará en mi vida no sólo en un compañero sexual, sino en percibir el gozo de la vida también a través de estar más en mi y en la Tierra. Es como que si la sexualidad ya no tuviera que ver con la idea socializada de amor, necesidad, control o similares. Es más bien como una forma de estar y comunicarse con la existencia y con lo que existe. Me explico?
En fín, ya les iré contando hacia dónde se va concretando esto.

- Amo el Sol
Durante mis sesiones de ver el Sol, me di cuenta que había pasado de la observación de las sensaciones físicas, a una sensación grata y esencial.
El Sol se ha vuelto un amigo, una fuente de bienestar que rebasa lo intelectual: en cada momento de observación recupero una noción de completud o de sentido, y me siento acompañada de su presencia.
Esto es curioso para mi, porque no es que tenga un sentimiento de soledad. Es más bien, que cuando estoy viendo al Sol me siento en compañía de un grato amigo. Tampoco es que tenga la impresión que el Sol tenga personalidad, pero su presencia de alguna forma es patente para mi, y mi corazón la recibe con alegría.

También me asombra que pueda estar 10 minutos o más, de pié, viendo al Sol! Y voy por más! Hasta los 45 min.!!!



ACLARACIÓN:

Lo que aquí escribo es lo que me ha pasado. No significa que te vaya a pasar lo mismo a tí, pero si deseo comunicar el poder profundamente transformador que tiene la sanación solar.
Además, el Sun Gazing no es lo único que estoy haciendo por mi bienestar.
También hago ZazenPases Energeticos, y Un Curso de  Milagros, camino diariamente durante 20 min., y tengo una alimentacion sana.
Aquí escribí lo que claramente es resultado de la helioterapia.

Para más información acerca de esta técnica, visita:
- Mi experiencia en los primeros 5 min.
Qué es Sun Gazing
Sun Gazing.página oficial

1 comentario:

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